PROACTIVIDAD

A veces, y solo a veces, tenemos que refugiarnos en relatos y leyendas de esos que nos contaban cuando éramos críos. Los mismos que en determinados momentos nos cubren para hacernos olvidar de la cruda realidad.

A veces, y solo a veces, volver a ser niño es lo mejor que nos puede pasar. Y al igual que optamos en muchos momentos de nuestras vidas por evadirnos mentalmente de aquello que nos aflija, nos atenaza o nos da miedo, también es verdad que es el primer paso para pasar a la acción. Y es que el sentido de nuestras acciones marcan la ruta de nuestra vida, hacer o no hacer. Decisiones que tomamos a cada instante, en muchas ocasiones sin reflexionar, sin meditar preventivamente, acciones que surgen de la improvisación, del devenir de los acontecimientos que te envuelven, ya sea por proximidad o por la inercia que empuja tu propia actividad. Podemos pensar que las cosas ocurren porque se confabulan contra ti, podemos descansar nuestra responsabilidad amparándonos en teorías de conspiración, pero de nada sirve desviar la atención sobre lo que cada día encontramos en el camino.

El sentido de nuestras acciones determinará la fortaleza con la que afrontamos nuestras iniciativas y también los problemas, estos, que ponen a prueba la resistencia de las convicciones que estructuran nuestra personalidad. Por ello el «Sentido de nuestras acciones, marcan la ruta de nuestra vida».

¡ A VIVIR!

VALEN/20
JLA/20

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