El pasado mes de mayo, varios profesionales del equipo del Centro de Acogida e Inserción (CAI) para Personas sin Hogar de Alicante, de titularidad municipal y gestionado por FSC, dinamizaron una jornada universitaria sobre colectivos en exclusión social. El encuentro se enmarcó dentro de la asignatura de “Intervención en Grupos de Riesgo” del Grado de Psicología de la Universidad Miguel Hernández de Elche (Alicante).
El tema de la jornada fue el trabajo multidisciplinar en la atención a personas sin hogar. El encuentro se organizó en torno a la exposición de casos y al trabajo conjunto desde 4 áreas: sanitaria, social, educativa y psicológica. La jornada fue coordinada por la referente del área psicológica del centro, Mª Cruz Pérez, y contó con las aportaciones de otros profesionales: el enfermero, Pedro Rodríguez; la trabajadora social, Mª José Molina y el educador, Juan Manuel Agullés. La introducción corrió a cargo de Carmen Durá, jefa del Programa de Inclusión del Ayuntamiento de Alicante, y Rosa Sánchez, directora del CAI de Alicante. (ver noticia completa)
Hatento es un proyecto coparticipado por varias entidades. Este Observatorio pretende aunar las fuerzas, el conocimiento y los recursos de varias organizaciones de atención a personas sin hogar y de defensa de los derechos humanos para generar un conocimiento fiable sobre este tema y poder actuar contra los delitos de odio.
Sus líneas de actuación
Recogida de datos sobre incidentes y delitos de odio que sufren las personas sin hogar.
Formación para profesionales.
Diseño de herramientas para la detección e intervención.
Campañas de sensibilización.
Encuentros para acercar la realidad de esta problemática a la ciudadanía.
Imputados por torturas dos jóvenes que apalearon a una persona sin hogar en un cajero del centro de Barcelona; las entidades batallan por incluir la “aporofobia” como agravante
Un joven de 23 años y su pareja, una chica de 19, apalearon hace un mes a una persona sin hogar que pernoctaba en un cajero de la calle Gran de Gràcia, en Barcelona. La víctima, un hombre de 58 años, no resultó herido de gravedad y los agresores ni siquiera han sido imputados por un delito de lesiones, sino solo por una falta. El pago de una multa, en principio, sería suficiente para que la pareja saldara sus deudas con la justicia. “Hasta hace poco, esta violencia gratuita hacia sin techo se instruía como una falta cuando las lesiones no eran graves. Pero las cosas han cambiado”, explican fuentes de la Fiscalía.
Si se demuestra que cometieron la agresión —algunos testigos del suceso ya han declarado en su contra— la pareja no va a esquivar fácilmente una pena de prisión: además de la falta de lesiones, el titular del juzgado de instrucción número 17 de Barcelona les ha imputado por torturas. El Código Penal castiga los delitos contra la integridad moral —infligir a alguien “un trato degradante”— con penas que van de los seis meses a los dos años de cárcel. (ver noticia completa)